Una de las cosas que más preocupa a los futuros padres adoptantes es la posibilidad de sufrir una valoración negativa para su proyecto de adopción. Si bien es cierto que se trata de algo de baja probabilidad, mentiría si dijera que no he hecho ningún informe negativo, cuando la realidad es que he hecho bastantes. Para un psicólogo y un trabajador social no es agradable tener que informar a una familia de que su proyecto de adopción no cumple los requisitos para resultar apto en ese momento, pero este trabajo implica un alto grado de responsabilidad hacia el menor que va a ser adoptado y es necesario intentar las máximas garantías para que sea un proyecto exitoso. Dentro de la profesión es conocido que hay profesionales que no emiten informes contrarios a la adopción o que les cuesta tanto hacerlo que el número de informes negativos está muy por debajo de lo que sería la media natural. Pienso que hay que ser siempre un buen profesional y pensar en todo mome...